Los discursos de odio que los niños y jóvenes toman de ejemplo durante su formación ubican al Perú dentro del top 25 de países con más bullying. La crisis moral que afecta a la sociedad sigue cobrando víctimas; más del 75% de escolares afirman haber sufrido algún tipo de discriminación o violencia por internet. Las redes sociales y las tecnologías dieron nuevas herramientas para expandir el odio y la ignorancia.
Perspectiva interna
Marisabel Guillen, de 34 años, psicóloga del colegio Niño Jesús de Praga, destaca cómo las redes sociales amplifican los desafíos emocionales de los estudiantes. La tecnología les brinda un espacio donde se fomenta y aumenta el acoso y la discriminación en línea. Además, señala que los efectos en la salud mental de los jóvenes pueden ser devastadores debido a la presión constante que ocurre en las redes sociales, aumentando la ansiedad y la inseguridad entre los estudiantes.
Carmen Zelada, de 40 años, docente de nivel secundario en el mismo colegio, menciona que, debido al escaso control de las redes sociales a temprana edad, los estudiantes llegan al aula con resentimientos y prejuicios adquiridos. También indica que, en ocasiones, los alumnos utilizan dispositivos electrónicos para acosar a sus compañeros. Estas formas de odio en línea pueden tener graves consecuencias psicológicas y emocionales en las víctimas, creando un ambiente hostil y perjudicial para su bienestar. Esto dificulta la creación y conexión de un ambiente de aprendizaje equitativo y saludable.
Christian Gómez, de 36 años, director del colegio Niño Jesús de Praga, menciona que, según la plataforma SíseVe, el año pasado se registraron 2,484 casos de bullying, de los cuales 128 fueron por ciberbullying. Hasta mayo de este año, se reportaron más de 2,200 casos, aunque aún no se completa el conteo exacto de casos por ciberbullying. Abordar estos incidentes es un desafío constante, ya que, aunque se originen fuera de los colegios, inevitablemente afectan el ambiente interno, impactando negativamente en la moral de la comunidad escolar y, en algunos casos, requiriendo intervención disciplinaria.
Impacto en la comunidad escolar
Este aumento alarmante de casos registrados de maltrato de un año para otro resalta cómo la tecnología y las redes sociales influyen en la propagación del odio en el contexto escolar. El acoso en línea y los discursos de odio dejan una huella profunda en la comunidad educativa, afectando a estudiantes, educadores y la dirección de las instituciones.
No obstante, el avance tecnológico y la popularidad de las redes sociales tomaron un papel protagónico en los discursos y actos de odio en el contexto escolar, presentando un desafío crítico para las instituciones educativas. Para abordar este problema, es necesario que estas promuevan la educación digital, fomenten la empatía y el respeto en línea, y establezcan políticas sólidas para prevenir y abordar incidentes relacionados con el odio en línea. Solo mediante una colaboración activa entre educadores, padres y estudiantes se podrá crear un ambiente escolar seguro y saludable.
El 61% de los niños y adolescentes aseguró haber sufrido ciberbullying.
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