Alrededor de 2 millones de peruanos tienen alguna forma de discapacidad, y la mitad de ellos están en edad de trabajar. A pesar de esto, la tasa de desempleo entre las personas con discapacidad es casi tres veces mayor que la del resto de la población. Según el INEI, el 44,4% de la población de 14 años o más con discapacidad forma parte de la Población Económicamente Activa (PEA).
En los últimos años, se presenció un notable aumento en el número de emprendimientos liderados por personas con discapacidad. Estos valerosos individuos no solo superan desafíos físicos y sociales, sino que también muestran una increíble determinación para progresar. Con el respaldo de entidades gubernamentales, organizaciones no gubernamentales y el sector privado, están derribando barreras y demostrando que la discapacidad no es un impedimento para alcanzar el éxito en el mundo empresarial.
Las estadísticas más recientes indican que al menos el 5% de los emprendimientos son liderados por personas con discapacidad. Además, se observó un aumento del 15% en la tasa de empleo para personas con discapacidad en el sector privado, lo que sugiere un cambio positivo en la percepción de las empresas respecto a la inclusión laboral.
Historia inspiradora
Carla Rodríguez, una joven peruana de 28 años, es un ejemplo inspirador de perseverancia y determinación. A los 20 años, Carla sufrió un accidente automovilístico que resultó en una lesión medular, dejándola en una silla de ruedas. En lugar de dejarse vencer por las dificultades, decidió convertir su experiencia en una oportunidad para ayudar a otros y fundó su propio emprendimiento social llamado “Manos Creativas”.
“Después del accidente, mi vida cambió por completo. Al principio, fue difícil aceptar mi nueva realidad, pero pronto me di cuenta de que tenía la capacidad de crear algo significativo”, comparte Carla. “Con el apoyo de mi familia y amigos, decidí establecer Manos Creativas, un taller de arte inclusivo para personas con y sin discapacidad. Quería crear un espacio donde todos pudieran expresarse a través del arte y sentirse valorados por sus habilidades y talentos, no por sus limitaciones físicas”.
Manos Creativas no solo ofrece clases de arte, sino también oportunidades de empleo para personas con discapacidad, produciendo y vendiendo una variedad de productos artesanales, desde pinturas hasta artículos de decoración hechos a mano. Carla y su equipo de colaboradores demuestran día a día que la discapacidad no define el potencial de una persona, sino su pasión, creatividad y dedicación.
Impacto social
Los emprendimientos liderados por personas con discapacidad no solo generan ingresos económicos, sino que también tienen un impacto significativo en la sociedad. Estos negocios fomentan la inclusión social, desafían estereotipos y promueven la igualdad de oportunidades para todos los ciudadanos. Además, contribuyen al crecimiento económico del país al crear empleos y estimular la demanda de bienes y servicios.
A medida que más emprendimientos inclusivos surgen, es esencial que se promueva la conciencia y se brinde apoyo continuo a estas iniciativas. Organizaciones gubernamentales, instituciones educativas y empresas privadas pueden desempeñar un papel crucial proporcionando recursos, capacitación y oportunidades de networking para los emprendedores con discapacidad.
El 54,2% de la PEA ocupada con discapacidad son trabajadores independientes y el 17,4% labora como obreros.
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