Alrededor de 1.5 millones de ciudadanos venezolanos residen en el país y el 35.3% de la población de refugiados y migrantes no tiene permiso migratorio para su permanencia. Sin duda es una cifra alarmante a la cual se debería prestar más atención, ya que es una problemática que afecta a toda la sociedad peruana en general.
En el corazón de Lima, donde el tráfico rugiente y la diversidad de culturas se entrelazan, emerge una comunidad que teje su camino hacia la adaptación. En las últimas décadas, miles de venezolanos dejaron su tierra natal en busca de un refugio en Perú, enfrentándose a desafíos para poder sobrevivir día tras día.
Tierra desconocida
Cuando Everth Martínez, un ingeniero venezolano, llegó por primera vez a Lima en 2018, se sintió como un forastero en una tierra desconocida. "No conocía a nadie y no sabía por dónde empezar", recuerda con nostalgia. A lo largo de los años, este sentimiento se ha atenuado, y hoy, Everton, como le dicen sus amigos, es una parte activa de la comunidad de migrantes venezolanos que encontraron un nuevo hogar en la capital peruana. Perteneciendo así al 19.2% de migrantes venezolanos que tiene contrato laboral en el país.
Según el sociólogo Ricardo Huanio, "El proceso de adaptación de los migrantes venezolanos en Perú es complejo. Desde el choque cultural hasta las dificultades económicas, enfrentan numerosos obstáculos que requieren tiempo y apoyo". También subraya la importancia de políticas inclusivas y programas de integración para garantizar una transición exitosa y así evitar conflictos que pongan en riesgo a la población peruana.
Luchando contra la adversidad
Uno de los desafíos más apremiantes que enfrentan los migrantes venezolanos es el acceso a empleo y vivienda. Según datos del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), el 80% de los migrantes trabajan en empleos informales, lo que a menudo implica salarios bajos y condiciones laborales precarias. No obstante, algunos empresarios peruanos están reconociendo el potencial de esta comunidad, brindando oportunidades laborales y apoyando la diversidad en el lugar de trabajo. Sin embargo, el 64.4% de migrantes se desempeña como obrero o empleado, teniendo en cuenta el 31% de esta población que tiene entre 18 a más años cuentan con educación superior universitaria.
La adaptación de los migrantes venezolanos en el país es una historia de resiliencia y determinación. A pesar de los obstáculos, estos individuos encontraron un nuevo hogar y contribuyen a la diversidad y riqueza cultural del Perú. A medida que continúan tejiendo sus historias, su viaje sigue siendo una fuente de inspiración y un recordatorio de la capacidad humana para superar desafíos inmensos.
El 75.3% de la población refugiada y migrante de Venezuela en el Perú manifestó su intención de quedarse a vivir en nuestro país.
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