No uno, sino dos lugares que cambiaron la vida de casi 10 000 familias. Esa es la Organización Ronald McDonald. Una casa hogar que viene operando desde el año 2014 y que tiene como misión principal velar por las personas, en especial niños, con bajos recursos y en condiciones de vulnerabilidad.
Desde que se habilitó la sede aquí en el país, esta institución benéfica se encargó de darle posada, vivienda y sobre todo un hogar a aquellas familias en condiciones precarias que viven en provincia y necesitan atender a un menor hijo que posee alguna enfermedad y necesita un tratamiento con suma urgencia.
Viviendas masivas
Una entidad que opera en más de 60 países alrededor del mundo y que cuenta con 380 centros de hogar beneficiaria. Es indiscutible la calidad y el prestigio que tiene esta sociedad humanitaria con sus diversas acciones favorecedoras a aquellos grupos minoritarios que carecen de una estabilidad económica.
Cuando la miseria, la pobreza, la carencia y sobre todo el desamparo tocó fondo, la casa hogar abrió sus primeras puertas. Un paraíso lleno de fe que se proponía a quitarle una preocupación a aquel niño que solo necesita sonreír.
Con apoyo genuino del Hospital Rebagliati, se encuentran las prósperas instalaciones, que cuentan con 17 habitaciones, incluidas 62 camas y 13 ambientes hogareños, acogiendo de esta manera a más de 7 mil familias. Este es el primer recinto, ubicado en Jesús María, que empezó a sacarle alegrías a quienes solamente conocían la pena.
El auge, el gran apoyo y el éxito en reconocimiento permitió que tres años después se inaugurara una segunda vivienda benéfica. Esta vez en el distrito de Santiago de Surco. En el año 2017, la situación financiera y las condiciones de los residentes que vivían en provincias o en el interior del país eran completamente nefastas. Pertinentemente, una nueva oportunidad empezó a mostrarse. La casa de Jesús María ya estaba al borde del colapso por los innumerables residentes de bajos recursos que vivían dentro de ella. Por lo tanto, bajo la dirección de la organización central, se decidió crear una segunda sede donde se le pueda brindar más apoyo a las familias vulnerables que necesitan un techo para que los acoja.
Es por ello que, en alianza con el Instituto Nacional del Niño de San Borja, la casa Hogar Ronald McDonald House Surco, cuenta actualmente con 14 habitaciones, 36 camas y 10 ambientes en casa que han sido de vital utilidad para albergar a más de 3 mil familias.
Ilusión intacta
Flor Castañeda, es residente del departamento de Ucayali y tiene 3 pequeños hijos. El dinero siempre fue el principal antagonista de esta pequeña familia, pues provienen de una región muy humilde: Pucallpa. Una madre que vela por el bienestar y el cuidado de sus progenitores. Cada mañana se levanta desde muy temprano a trabajar y regresa a altas horas de la noche para traer el pan a la mesa. A pesar de las carencias y los momentos duros eran una familia que no se dejaban tumbar, pese a las adversidades.
No obstante, cuando el cáncer tocó la puerta de su casa, abrió una de las 3 pequeñas criaturas. Se trataba de Franz, de tan solo 4 años, que fue diagnosticada con leucemia. Un profundo dolor invadió el hogar y penetró el corazón de la humilde madre. Al ser una zona donde la escasez abunda y los centros médicos son muy deficientes, a Castañeda no le quedó de otra que juntar el poco dinero que tenía y trasladar a su familia a la capital.
La preocupación fue sinónimo de desesperación, ya que no contaban con ningún familiar en Lima que las pueda acoger en su casa mientras buscaban ayuda para Franz. A su vez, tampoco tenían dinero suficiente para quedarse en un hotel, ya que no sabían cuanto tiempo iban a estar ahí y pagar un establecimiento para dormir, es muy caro, más aún si son 4 personas.
Fue ahí donde se enteró que existía un lugar donde atendían casos como el suyo. Un lugar que no discriminaba a los que no tenían dinero, un lugar donde la atención es de primera calidad y no se pagaba ni un sol por estar ahí. Ese tan ilustre hogar era la Casa Ronald McDonald. La casa los recibió con las puertas abiertas y con todo el cariño del mundo. Les brindó atención y posada, también en colaboración con el Hospital Rebagliati pudieron otorgarle tratamiento a Franz en base a quimioterapias y otras alternativas. Con todo el apoyo y la ayuda otorgada, la familia pudo tener un techo donde quedarse sin la preocupación de que fueran echados por dinero. Por lo tanto, con el paso de un mes volvieron a Pucallpa.
Sin embargo, se entiende que regresarán a la casa hogar para continuar con el proceso de tratamiento ya que actualmente las quimioterapias no están siendo tan efectivas y necesitan probar otra opción que es un trasplante de medula ósea. A pesar de ello, Franz es muy fuerte y valiente, ya que siente el amor de su familia y el apoyo incondicional de su nuevo y favorito hogar donde puede estar con sus seres queridos y al lado de sus amigos que ha hecho dentro. Sin duda, siente que la cura para su enfermedad es donde está ahora.
La Casa Hogar Ronald Mcdonald Perú, acoge al año a más de 1500 familias.
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