En el país se registran más de 800 denuncias anuales a EsSalud por mala atención de pacientes con discapacidad; las cifras van en aumento. Las malas prácticas, condiciones deplorables de los hospitales, la falta de salubridad, etc., son algunos de los problemas que las personas con discapacidad deben soportar a la hora de ser atendidas en el lamentable sistema de salud peruano.
Un asunto lleno de complejidad que no parece tener solución alguna y lo único que consigue es seguir poniendo en estado de alerta el nefasto trato hacia un sector que solo necesita ser atendido como realmente corresponde.
Postura firme
Mónica Moreno, coordinadora general del voluntariado de EsSalud, afirma que, al día, más de 300 personas que padecen alguna discapacidad acuden a los centros de salud más cercanos. El 50% va porque tiene separada una cita médica, el 30% necesita hacerse un chequeo y el 20% restante se dirige para que le puedan proporcionar medicamentos. Moreno discute que se hayan reportado grandes casos de discriminación dentro de los establecimientos de servicios de salubridad, pues afirma que más del 75% de estos recintos cubren las necesidades de las personas minusválidas y que el personal profesional está altamente calificado para tratar cualquier inconveniente.
Verdad reflejada
No obstante, la otra cara de la moneda se ve reflejada en las victimas de esta problemática. Tal es el caso de, Victoria Arévalo, mujer de 50 años, que en 2016 sufrió un accidente automovilístico en el que perdió una pierna. Ahora se atiende en el Hospital Rebagliati. Pese a ella vivir en el Callao y poder tratarse en el Hospital Sabogal. Según sus palabras, el mismo Hospital ubicado en la Provincia Constitucional la mandó al establecimiento situado en la Av. Salaverry. La respuesta del centro de salud fue: “ahí hay mejor atención médica, mejores máquinas de tratamiento y hasta doctores más especializados”. Pese a ello, no fue diferente, ya que en las veces que se ha ido a atender ha recibido tratos inauditos por parte del seguro. Pues confirma que las condiciones son deplorables para las personas con discapacidad y que la atención no es la misma. Los sistemas médicos, en la mayoría de casos no son adaptables y además las medidas de prevención contra el contagio de enfermedades no son tomadas en cuenta para ellos.
El seguro, cada vez que se le reclama por los actos de discriminación u alguna otra cosa que pueda entorpecer el avance de la atención medica hacia estos pacientes, siempre señala que el estado no cubre, económicamente, la mayoría de necesidades y que sin eso no se puede hacer nada.
En Essalud, más de 5000 pacientes que poseen alguna discapacidad son integrados a centros de rehabilitación profesional. Lo que eventualmente implica una mayor demanda de personal capacitada.
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