‘Be My Eyes’ tiene cinco millones de héroes cotidianos que les prestan sus ojos a personas ciegas, transformando la forma en que estas personas acceden a la información visual en tiempo real. Todo a través de videollamadas, permitiendo una colaboración humana única para resolver problemas diarios.
En un mundo cada vez más interconectado, la tecnología se convierte en una herramienta poderosa para mejorar la vida de las personas con discapacidades visuales. La aplicación ‘Be My Eyes’ emerge como un faro de esperanza en la comunidad de usuarios ciegos y con discapacidad visual.
Revolución visual
Creada en el 2015, cuando el fundador, Hans Jørgen Wiberg, buscaba una forma de ayudar a su amigo ciego a distancia. Se dio cuenta de que la tecnología de videoconferencia en los smartphones podría conectar a personas ciegas con voluntarios para obtener asistencia visual en tiempo real. Esta aplicación cuenta actualmente con cinco millones de voluntarios en todo el mundo.
Dicha aplicación crea una plataforma de conexión humana a través de la tecnología. Cuando un usuario ciego necesita ayuda para tareas como leer una etiqueta, identificar colores o navegar en un lugar desconocido, simplemente inicia una llamada de video en la aplicación y se conecta con un voluntario dispuesto a ayudar. Para Julio Delgado, usuario de ‘Be My Eyes’, la aplicación cambió su vida por completo. “Ahora puedo hacer cosas que antes eran inaccesibles para mí. Es un sentimiento increíblemente liberador saber que siempre hay alguien dispuesto a ayudarte cuando lo necesitas." La conexión en tiempo real permite a los voluntarios guiar a los usuarios a través de sus desafíos visuales y proporcionarles una perspectiva visual en el momento. Brindando así, asistencia a más de 340 mil usuarios ciegos en más de 150 países.
Impacto profundo
‘Be My Eyes’ demuestra tener un impacto profundo en la vida cotidiana de las personas con discapacidades visuales. Desde ayudar a leer recetas hasta seleccionar ropa o incluso navegar por un entorno desconocido, la aplicación permite a los usuarios ciegos ganar independencia y confianza en su día a día. La aplicación cuenta con por lo menos 200 mil asistencias diarias y esta disponible en 180 idiomas diferentes.
Diego Salazar, voluntario de la aplicación menciona que le ha brindado una sensación de propósito que nunca había experimentado antes. “Saber que mi tiempo y ayuda pueden marcar la diferencia en la vida de alguien es algo que no tiene precio”.
‘Be My Eyes’ es un recordatorio de que, en un mundo donde las pantallas pueden separar, la tecnología también puede unir. Esta aplicación demuestra que la empatía y la solidaridad pueden florecer en la era digital, y su impacto seguirá resonando en las vidas de personas ciegas y voluntarios de todo el mundo. Con su crecimiento constante y una comunidad global de voluntarios, esta app sigue cambiando vidas y sirviendo como un faro de esperanza en un mundo cada vez más interconectado.
Según la OMS, en el mundo hay al menos 2200 millones de personas con deterioro de la visión cercana o lejana.
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